
Estudiar cine es algo más que ir a una escuela de cine. También se puede estudiar cine de forma autodidacta, y prácticamente gratis. O casi.
Hoy te traigo una serie de rutinas para estudiar cine desde casa, y algunos recursos gratuitos asociados a estas rutinas.
Aquí tienes el vídeo donde te lo explico en menos de 10 minutos, por si aún no lo has visto en mi canal de Youtube.
Pero hoy me voy a salir del guión habitual cuando comparto un vídeo, así que te recomiendo leer hasta el final.
Antes quiero hacer algunas reflexiones sobre lo que significa para mí estudiar cine de forma autodidacta.
Os voy a contar cómo empecé yo a estudiar cine. Y cómo sigo haciéndolo a día de hoy.
Y este artículo también va a ser una especie de respuestas a preguntas frecuentes o FAQ para resolver algunas dudas y consultas que me planteáis habitualmente.
Por ejemplo, explico por qué no necesitáis que os diga mi opinión sobre vuestros trabajos.
Y también por qué he dejado de responder a los mensajes privados que recibo por las redes sociales.
Además, descubrirás una reflexión del cineasta Terry Gilliam, que no fue a una escuela de cine y se instruyó a sí mismo de forma autodidacta, siendo parte del colectivo Monty Python.
Y acabaremos viendo una escena de La vida de Brian que da sentido a todo lo que vas a leer a continuación.
Al final del artículo os dejo los enlaces con los recursos de los que hablo en el vídeo.
Toma asiento. Y aire. Empezamos.
Estudiar cine de forma autodidacta
Mi experiencia como alumno de Comunicación Audiovisual
Como muchos ya sabéis, yo estudié Comunicación Audiovisual. Ni por asomo podía costearme una escuela de cine.
Alguien puede pensar que eso es más o menos como estudiar cine, pero ya os digo yo que no. Al menos, no en mi caso.
De hecho, ni siquiera pude estudiar en Madrid, aunque fuese en la universidad pública.
Mi única opción fue Málaga, que era lo más cercano a Almería, y lo único al alcance de mi bolsillo y de las becas que recibía cada año.
Y en los cuatro años de universidad, sólo tuve un profesor que nos pidiera la tarea de hacer un cortometraje.
Ese profesor nos dijo el primer día: esta profesión es cuestión de CREEtividad, más que de creatividad.
Porque todos tenemos creatividad y podemos ser creativos en muchos ámbitos de la vida.
Pero si quieres ser cineasta o filmmaker, no basta con ser creativo. Es aún más importante confiar en tu instinto.
Y eso no está reñido con tener la capacidad de ser autocrítico con tu trabajo, y saber extraer lecciones para proyectos posteriores.
Comunicación Audiovisual en Málaga o Casi 300
En la facultad en la que yo estudié éramos alrededor de 200 alumnos en cada curso.
Más de la mitad de los profesores que tuvimos sufrían el síndrome del funcionario, y no nos motivaban.
Llegaban el primer día, te decían la fecha del examen, y cada semana se dedicaban a impartir una charla para que tomásemos apuntes.
Era desesperante ver cómo algunos profesores de asignaturas tecnológicas no habían actualizado sus apuntes en diez años.
Muy pocos profesores tenían vocación de profesores, ganas de enseñar, y sobre todo de seguir aprendiendo.
El profesor que nos enseñó el valor de la práctica
El primer curso de la carrera fue puramente teórico. La única asignatura práctica fue una optativa de guión de cine.
Pero no terminó de gustarme mucho la asignatura. La profesora nos obligaba a hacer documentos a los que no veía mucho sentido práctico.
Y no conecté mucho con su forma de enseñar. Estaba tan desmotivado que incluso me dejé la asignatura para septiembre.
Cuando acabó el primer curso, me apunté en verano a un taller de guión de 3 semanas en la ESCAC. Y ahí empecé a apasionarme por la escritura de guiones.
Por eso cuando en el segundo año de Comunicación Audiovisual apareció un nuevo profesor y escribió en la pizarra CREETIVIDAD, fue como ver el cielo abierto.
Este profesor vino a romper con ese patrón por el que parecían estar cortados cada uno de los profesores que habíamos tenido durante el primer curso.
Su asignatura ni siquiera era de realización audiovisual. Pero lo primero que hizo fue pedirnos un trabajo práctico.
El primer trabajo audiovisual que iba a hacer en mi vida.
Así empecé a estudiar cine de forma autodidacta
La tarea que nos pidió este profesor de Tecnología Audiovisual fue hacer un cortometraje.
Al ser casi 200 alumnos, no tenía tiempo de corregir nuestros guiones previamente.
Así que nos dejó libertad absoluta. Únicamente había dos condiciones: no podría durar más de 90 segundos, y debía haber al menos un exterior y un interior en la historia.
Además, había que grabarlo en formato Video 8, y había que editarlo con los métodos de la televisión del siglo XX.
Es decir, en edición lineal. Con un magnetoscopio y un reproductor. Después de un plano montas otro, y luego otro.
Y si quieres modificar algo en mitad del montaje, tienes que volver a editar todo desde ese punto. Es decir, que destruyes parte del montaje.
Esto te obligaba a pensar muy bien antes de ponerte a montar.
Así de divertida era la edición hace apenas 30 años, cuando no existían Adobe Premiere, AVID y Davinci Resolve.
Pero este ejercicio fue más allá aún el día que proyectamos estos cortometrajes en clase.
Como Juan Palomo: yo me lo guiso, yo me lo como
El día del «estreno», el profesor volvió a sorprendernos pidiéndonos que nosotros mismos evaluáramos nuestro trabajo.
Teníamos que reflexionar en voz alta sobre nuestros errores, y explicar cómo se podía mejorar.
Él se limitaba a asentir y sonreír.
Así nos enseñó una de las lecciones más valiosas que he aprendido en este proceso de estudiar cine de una manera autodidacta.
Tú y sólo tú sabes mejor que nadie cuáles son tus errores, y cómo intentar enmendarlos.
Gracias a él conocí también esta frase de Pedro Almodóvar que se me quedó grabada, y dio nombre a este proyecto.
El cine se puede aprender. Pero no se puede enseñar.
Pedro Almodóvar
Después de aquel primer ejercicio práctico, me di cuenta de que no necesitaba la valoración de nadie.
Y fue sobre todo gracias a este pequeño ejercicio que nos pidió este profesor. Ese día aprendí que soy yo mismo el que debe aprender cómo hacer cine.
La figura del «frontón» para estudiar cine
Obviamente, para un narrador es importante saber si su historia se entiende o no.
Los guionistas y directores normalmente contamos con unas pocas personas muy cercanas que usamos como «frontón».
«Frontón» es como llamamos en España a esa persona que te da su opinión sobre tu guion literario.
O también sobre tu primera versión de montaje de tu película, para decirte si la historia se comprende, y darte una opinión objetiva.
Cada uno de nosotros debe encontrar su propio frontón. O frontones, porque pueden ser varios.
Y a ser posible, personas de confianza.
Lo mejor es que sea tu pareja, algún amigo cercano o un familiar, y no necesariamente gente del medio audiovisual.
Simplemente debe ser una persona con sentido común y sobre todo ser sincero y saber hacer críticas constructivas.
Mis primeros «frontones» al escribir guiones
La primera persona que me sirvió de «frontón» cuando empecé a hacer cortos fue uno de mis mejores amigos del instituto.
También un primo mío mayor que yo, que se dedica a la carpintería y abandonó los estudios en la secundaria. Pero es una de las personas más inteligentes que conozco.
Ninguno de ellos trabaja en nada relacionado con contar historias.
Sin embargo, la opinión de ambos me resultó extremadamente valiosa en esos primeros trabajos.
Me abrían los ojos para ratificar lo que funcionaba y lo que no, que es lo que debe hacer la persona que te haga de «frontón».
Más tarde, al ir haciendo amistades dentro del cine, mis frontones han pasado a ser algunos compañeros del gremio.
Personas que ahora son como mi familia.
Mi experiencia como cineasta autodidacta
Llevo haciendo cortometrajes desde 2003. Los primeros cortos no los verás jamás, porque están bien guardados en un cajón.
Fueron únicamente para practicar y adquirir algo de confianza, hasta que me vi medianamente preparado, y rodamos Manolito Espinberg.
Este falso documental grabado con cámaras Handycam ganó el Premio del Jurado del concurso Fotogramas en Corto de 2005, organizado por la revista Fotogramas.
Y gracias a esto, al llegar a Madrid y mover mi CV como si no hubiese un mañana, me salieron varias oportunidades de trabajo.
La revista Fotogramas distribuyó 270.000 DVDs con los cortos ganadores y finalistas, así que mucha gente lo había visto.
Mi primer cortometraje semiprofesional
Todos los cortos que he escrito y dirigido después de ese, los he autoproducido con mi escaso dinero y con mis propios recursos.
Salvo el corto En la próxima parada, para el que conseguí una ayuda de 3.000 euros del Ayto. de Málaga.
Jamás he perdido dinero con un cortometraje. Al contrario. En todos he recuperado la inversión.
Y además, han sido mi carta de presentación y mi forma de ir haciendo lazos y amistades relacionadas con el cine y el audiovisual.
Con todos ellos he aprendido muchísimo, y sobre todo, he disfrutado el proceso. Al igual que cuando he trabajado en proyectos de amigos muchas veces.
Y nunca he necesitado que alguien me diga si mi corto está bien o mal.
Si alguien me ofrece su opinión voluntariamente, yo encantado, claro. Pero nunca le he pedido a nadie que vea mis trabajos.
Salvo si es un amigo o amiga muy cercano, y necesito que me haga de frontón durante el proceso creativo.
Mi experiencia enseñando cine
Después de unos años de experiencia como montador en televisión y publicidad en Madrid, fui profesor durante cinco años en escuelas privadas de imagen y sonido y de artes visuales.
En algunas asignaturas y cursos, mis alumnos tenían que hacer como práctica un cortometraje y un videoclip.
Jamás juzgué sus trabajos finales ni les hice una valoración sobre un corto o un videoclip terminado.
Las valoraciones las hacíamos entre todos en clase, para aprender y reflexionar.
Lo único que respondía era a las dudas sobre el proceso, para aportarles mi experiencia.
Y lo que valoraba principalmente para evaluarlos era el trabajo previo de preproducción, y su actitud durante el rodaje. No el trabajo final.
En mi opinión, esa valoración siempre será subjetiva, y nunca debemos juzgar el resultado, sino el proceso.
La valoración de nuestros guiones y películas las tenemos que hacer nosotros mismos, y por supuesto, el público.
Y sólo nosotros podemos extraer lecciones en cada proyecto, para mejorar en los siguientes.
¿Por qué os cuento todo esto?
Este proyecto de escuela de cine para autodidactas ha ido creciendo exponencialmente en el último año.
Al mismo tiempo, también se han multiplicado el número de mensajes y comentarios diarios que recibo.
Y cada semana se multiplican más.
Recibo a diario cientos de notificaciones de todo tipo sumando todas las redes sociales y el correo electrónico.
La mayoría son de mensajes para agradecerme el trabajo que hago, y lo hacen a través de los comentarios de los vídeos y los artículos.
Que es, en mi opinión, en lugar correcto para hacerlo. Y eso es muy reconfortante, claro. Y os lo agradezco de corazón.
Pero también recibo por privado muchos mensajes de personas que me escriben porque quieren que revise sus ideas y guiones.
O para que me vea sus cortos y les diga mi opinión.
Otros, directamente, me piden que desarrolle sus ideas, porque ellos no se ven capacitados para hacerlo.
O me piden que les ayude con ejercicios del instituto o la universidad, o también para que promocione sus trabajos en mis redes sociales.
Pero, sintiéndolo mucho, no puedo hacer eso. No he creado esta plataforma para eso, como espero que comprendáis.
Por qué no respondo mensajes por privado de Instagram
Por todo lo que os acabo de contar, decidí cerrar la opción de respuesta a los stories en Instagram.
Llegué a tener ansiedad durante unos meses cada vez que recibía un mensaje privado.
Le he tomado hasta un poco de manía a Instagram, y me lo desinstalo frecuentemente.
Sólo lo utilizo para compartir nuevos contenidos, y para avisaros cuando veo convocatorias interesantes.
Porque me sabe mal decir que no, o dejar los mensajes sin responder. Pero es imposible responderos a todos. No haría otra cosa. Y eso no es productivo.
A día de hoy, ya me falta el tiempo para desarrollar todas las ideas que tengo para Aprendercine.com.
Y por dedicarle toda mi energía y mis ahorros a esto, tengo mis propios proyectos de ficción aparcados.
Escribir guiones y sacar adelante tus proyectos no es fácil para nadie. Para mí tampoco.
Explicar cómo se escribe o se rueda es relativamente fácil; escribir es muy duro.
Incluso para Bong Joon-ho, el guionista y director de Parásitos.
Para mí escribir es como sobrevivir a punto de ahogarme en un pantano.
Bong Joon-ho
Cómo comparto mi forma de estudiar cine
Hasta el día de hoy, he dedicado más de 3 años a crear muchísimo contenido gratuito sobre cómo hacer cine.
He invertido decenas de miles de horas en ello. Y también miles de euros en hosting y dominios, en material audiovisual…
He creado muchísimo contenido que considero de mucho valor para estudiar cine de forma autodidacta.
E insisto una vez más en este concepto: estudiar cine de forma autodidacta.
«Autodidacta» significa literalmente ‘que se instruye por sí mismo’.
Esta es la clave de este proyecto en el que estoy sumido desde hace tres años y con el que pretendo ayudar a muchísimas personas.
Para los que quieran una atención individual, ya existen escuelas de cine tradicionales que cuestan miles de euros o dólares.
Qué encontrarás en Aprendercine.com
En Aprendercine.com comparto el contenido que a mí me hubiera gustado encontrar cuando estudiaba Comunicación Audiovisual.
Todo aquello que tuve que ir aprendiendo a base de ensayo y error.
Y todo aquello que he enseñado a cientos de alumnos de forma presencial en escuelas privadas que yo no me pude permitir.
Lo ofrezco gratis porque sé que hay gente que, por la razón que sea, ni siquiera puede o ha podido asistir a una formación presencial, aunque sea pública.
Y hoy en día, en el que todos tenemos una cámara y generamos imágenes en movimiento, me parece fundamental que la educación esté también al alcance de todos.
Por eso dejé de impartir clases presenciales en escuelas privadas, e iniciar este proyecto en solitario.
¿Recomiendas estudiar Comunicación Audiovisual?
Lo he dicho muchas veces en mis contenidos: lo mejor de estudiar Comunicación Audiovisual o cualquier otra formación presencial son los compañeros que conoces.
El cine es un trabajo principalmente de equipo. Un cineasta necesita colaboradores para casi cualquier proyecto.
Asistir a cursos, talleres o grados de forma presencial te puede ayudar a encontrar colaboradores/as.
Y obviamente, la universidad me ha aportado conocimientos teóricos.
Especialmente sobre ciencias humanistas y sociales como la Psicología de la comunicación, Historia del Mundo contemporáneo, Sociología, y sobre todo de Historia del cine.
Así que no voy a decir que fue tiempo perdido, porque fueron cuatro años de mi vida maravillosos a nivel personal.
Y me ha aportado sobre todo a amigos que ahora son familia.
¿Qué es lo peor de mi experiencia en Comunicación Audiovisual?
Básicamente, no me aportó apenas nada en el sentido práctico.
Esa parcela, como os he comentado, era bastante escasa o inexistente debido al gran número de alumnos que hay en la universidad pública.
Por eso empecé a hacer cortometrajes por mi cuenta. Y a aprender a base de errores.
Tenía una curiosidad ávida de conocimiento que la universidad no saciaba.
Pero al menos sacaba muchos libros de la biblioteca, para leer todo lo que podía sobre cine.
Ya en esos años, hacia el año 2004, pensé: «debería haber un sitio donde estuviera explicado todo esto que tanto me cuesta encontrar».
Ahora ya no tenéis excusa. Así que os invito a que hagáis lo mismo si no podéis pagar una escuela de cine.
Ten mucha curiosidad. Lee todos libros sobre dirección de cine que puedas. Y también manuales de guion.
Pero también novelas, obras de teatro, cómics… Consume todo tipo de historias.
Y empieza a desarrollar tus propias ideas.
Empezad a hacer cortometrajes cuanto antes
Pero no es necesario que me los enviéis, por favor. No necesitáis mi opinión, de verdad.
Con que tengáis dos o tres personas cercanas que os hagan de frontón durante el proceso creativo, es suficiente.
Necesitáis CREETIvidad. Confianza. Autocrítica.
Hay que dominar el miedo al fracaso si quieres estudiar cine, al igual que si quieres estudiar interpretación.
Es una profesión en la que estás constantemente expuesto a la crítica, así que confía en ti y en tu trabajo.
Ya tendrás clientes o productores con los que tendrás que lidiar cuando hagas trabajos profesionales, créeme.
Mientras tanto, siéntete libre de experimentar.
No tengas miedo de equivocarte, y disfruta escribiendo, rodando y montando.
Cómo estudiar cine en Aprendercine.com
En esta web tienes prácticamente todos los recursos que necesitas para iniciarte en el mundo del guion y la dirección de cine.
Desde marzo de 2017 he escrito 200 artículos sobre guion de cine, dirección, cámara, montaje, sonido, producción…
En ellos he abordado casi todos los ámbitos de la producción audiovisual.
Si tienes dudas sobre algo concreto, puedes usar el buscador de esta web.
Es bastante probable que haya escrito anteriormente sobre ello en algún artículo.
También desde marzo de 2019 he creado hasta la fecha una veintena de vídeos para aprender cine en Youtube.
Y espero subir muchísimos más. Me quedan muchas cosas sobre las que hablar.
Por supuesto, también me queda mucho por aprender para compartirlo con todos vosotros.
Pero con lo que hay ahora mismo, tenéis prácticamente todo lo necesario para empezar a hacer vuestros cortometrajes.
Plantillas para hacer cine
En esta misma web dispones de plantillas para hacer cine.
Es decir, los documentos que solemos usar para escribir historias y llevar una producción a cabo.
Lo único que tienes que poner por tu parte son una cámara, un equipo de sonido básico, y un ordenador con un programa de edición de vídeo.
Y sobre todo tu tiempo y tu talento, que es lo más importante para aprender a hacer cine.
Porque hay que dedicarle mucho tiempo y energía a cada proyecto audiovisual, si queremos cuidarlo y hacerlo bien.

Plan de rodaje: qué es y cómo hacerlo (con plantilla GRATIS)

Guion técnico: plantilla, ejemplos y videotutorial

Guion literario: formato y plantilla
Esta escuela de cine autodidacta no deja de crecer
No puedo ocultar la satisfacción que supone ver cómo el proyecto llega cada día a más y más personas.
Se ha empezado a materializar la idea que llevaba años en mi cabeza.
Así quiero dar las gracias a todos y todas los que aportáis vuestro feedback positivo y me apoyáis a través de los comentarios de Youtube y de estos artículos.
A este proyecto aún le queda mucho por crecer, y muchos contenidos nuevos que desarrollar sobre guion, dirección, cámara montaje…
Estudiar cine requiere tiempo
Otra idea que también quería compartir en este artículo es algo que ya me habréis oído en algún vídeo.
Si quieres empezar a estudiar cine o ya estás estudiando cine, hazte a la idea: la carrera de un cineasta se desarrolla a lo largo de toda una vida.
Esto no es algo que se aprenda en unos pocos años. Y esto vale tanto para guionista, como para director, director de fotografía, montador…
Aunque vayas a una escuela de cine tradicional de las que cuestan decenas de miles de euros, eso sólo será el primer paso de una carrera para toda la vida.
Así que no tengas prisa. Lo más probable es que si escribes un guion de largometraje, no llegue a rodarse. Es muy difícil vender un guion en el primer intento.
Es perfectamente normal. Hay mucha competencia, y gente con mucho talento.
Con suerte, si tu guion gana algún concurso o interesa a un productor en algún mercado de guiones como Filmartkethub, esa será tu carta de presentación para que te conozcan. Recuerda: esto es una maratón.
Un cineasta nunca deja de aprender
En resumen: estudiar cine y trabajar en cine no es un camino fácil, ni tampoco rápido.
Es un proceso constante y largo que ante todo requiere mucha curiosidad y constancia. Mucha constancia.
Un trabajo diario y personal que yo también recorro al mismo tiempo que creo contenidos para esta web y el canal de Youtube.
Porque además de las 50 o 60 horas semanales que le dedico a Aprendercine.com, también continúo descubriendo películas, leyendo guiones, teoría del cine y novelas.
Ventajas y desventajas de estudiar cine
Estudiar cine en una escuela de cine tradicional tiene una ventaja: los compañeros y compañeras que conocerás. Y, con suerte, algunos profesores y profesoras que serán capaces de sacar lo mejor de ti.
La gran desventaja: desde mi punto de vista, en algunas escuelas se impone demasiado una forma única de hacer las cosas.
Y lo digo con conocimiento de causa, porque también he trabajado en el comité de selección de festivales de cortometrajes, viendo miles de cortometrajes de todo el mundo.
Y había cortos de algunas escuelas que parecían estar dirigidos por la misma persona. Carecían de vida propia y personalidad.
Sin embargo, si estudias cine por tu cuenta, y lees a los grandes maestros y maestras del cine, descubrirás que hay tantas formas de hacer cine como cineastas sobre la tierra.
Por eso yo soy partidario de que cada uno descubra su camino. Y si vais a una escuela de cine, tened en cuenta eso. Aprovechad lo bueno, y que no os afecte lo malo.
Que nadie os diga que algo está mal porque no cumpla su criterio.
A quien le tiene que gustar es a ti. Y aquello que no te guste, intenta mejorarlo en los siguientes trabajos. Así fue como llegué yo a hacer En la próxima parada.
Pero esperé varios años hasta sentirme preparado, porque me gustaba el argumento y sabía que aún tenía que aprender sobre dirección y montaje.
Estudiar cine y hacer cine es apasionante y requiere mucha curiosidad
Es como ir montando un puzzle enorme que no acaba nunca.
Con cada proyecto vas descubriendo una pieza nueva. Aprendes algo más, y asimilas un poquito más el proceso en tu cabeza.
Pero además de esa parte maravillosa de la faceta creativa, también te supone decepciones.
Al igual que en cualquier otro ámbito de la vida en el que haya relaciones personales y al igual que en cualquier ámbito profesional.
Habrá personas con las que te entiendas trabajando y todo fluya de forma natural.
En cambio, habrás otras con las que te cueste entenderte. Al menos, esa ha sido mi experiencia.
Cada persona desarrolla su propia forma de hacer cine
Sí, estudiar cine también es conocerse a uno mismo.
Escribir y rodar tus proyectos te permite aprender cuáles son tus debilidades y tus fortalezas.
Descubres aquello en lo que tienes que mejorar, y nunca, absolutamente nunca, dejas de aprender.
Muchos de los proyectos que inicies, no llegarán a rodarse. También es perfectamente normal.
Todos vamos acumulando proyectos e ideas que no llegan a materializarse.
No te agobies, porque eso también le pasó a Buñuel y Orson Welles. Que además estuvieron bastantes años sin poder rodar.
Es algo inherente a la profesión de guionista y/o director de cine.
También habrá trabajos a los que pongas mucho tiempo e ilusión y no funcionen como esperabas.
Y trabajos a los que dediques poco tiempo, funcionen mejor que ninguno, y te lleven donde jamás imaginaste.
Lo único que sabemos es que no sabemos
Nadie sabe nada. Eso es lo único que sabemos con certeza, como ya dijo el guionista William Goldman.
En cada trabajo nos vuelven a surgir las mismas dudas e inseguridades.
Y esto no lo digo yo: lo dicen Martin Scorsese y Bong Joon-ho, entre muchos otros cineastas.
Todos volvemos a partir de cero cada vez que nos enfrentamos a un nuevo proyecto.
No hay fórmulas mágicas para hacer una buena película.
Sí, existen modelos que han funcionado en el pasado.
Esos modelos nos sirven de guía y son en los que se basan los libros de guión.
Pero si queremos alcanzar cada vez cotas más altas y seguir creciendo, hay que practicar y generar proyectos continuamente.
Y empezar de cero cada vez, frente al lienzo en blanco.
Con la misma sensación que cuando hiciste tu primer ejercicio con la cámara.
El tiempo ya pondrá cada una de nuestras obras en el lugar que merece.
Pero nunca sabremos cuál va a funcionar, porque nadie lo sabe.
Bong Joon-ho lo ha dicho en repetidas ocasiones cada vez que ha recogido un premio por Parasite: «no he hecho nada diferente a lo que hago siempre, no sé por qué gusta tanto».
Estudiar cine desde casa hoy es posible
Asistimos a un momento histórico.
Un momento con el que en el pasado soñaron muchos cineastas que quisieron estudiar cine y no pudieron.
En el siglo XXI se ha producido la democratización de la tecnología.
También del acceso a los contenidos, con multitud de plataformas y catálogos con miles de películas.
Tampoco lo estaba tener acceso a tantas películas por tan poco dinero como ahora.
Antes teníamos que pagar por cada película que queríamos ver. Yo me gastaba todos mis ahorros en DVD, para poder ver películas en versión original.
Ahora, por el mismo precio de un DVD, tenemos una tarifa plana y podemos ver cientos de películas cada mes.
Los aspirantes a cineasta hace apenas dos décadas soñábamos con poder acceder a una cámara de vídeo.
Nos daba igual la que fuese. No estaba ni mucho menos al alcance de cualquiera simplemente tener una cámara.
Mi primera cámara era bastante peor que la tuya
Yo pude acceder a una videocámara doméstica por primera vez ya con 21 años, después de años ahorrando.
No era una cámara de cine, y era casi imposible conseguir poca profundidad de campo con ella. Cantaba a vídeo amateur doméstico.
Pero para mis primeros ejercicios cinematográficos fue más que suficiente.
Simplemente, adaptábamos la historia a nuestros recursos.
Y gracias a nuestras pequeñas cámaras, un compañero y yo incluso ganamos un premio importante siendo muy jóvenes.
Gracias a ese premio, también tuvimos la suerte de poder compartir una noche de barra libre de copas con directores como Alejandro Amenábar, Nacho Vigalondo o Sánchez Arévalo.
E incluso nos pagaron un viaje con todos los gastos pagados a Nueva York. Sí, esas cosas te pueden pasar.
Y os aseguro que no tenía ningún enchufe. Toda mi familia proviene del campo y son pastores o agricultores.
La mayoría ni siquiera pudo estudiar la educación secundaria, y se tenían que poner a trabajar.
Hoy vivir puede ser más difícil, pero estudiar cine no
Vivimos en un mundo cada vez más desigual en el que no todas las personas pueden tener una cámara. No nos engañemos.
La desigualdad entre individuos y territorios es cada vez mayor. Decir lo contrario sería dar la espalda a la realidad.
El dinero se concentra cada vez más en menos manos. Hay muchas personas en el mundo que ni siquiera tiene recursos para comer.
También hay quien no dispone de necesidades básicas como agua y electricidad.
Pero también es cierto que millones y millones de personas en todo el mundo tienen una cámara de vídeo en el bolsillo.
Una cámara con la que pueden experimentar y contar sus historias.
Estoy seguro de que la gran mayoría de los que leáis esto, estáis entre esas personas que disponen de una cámara capaz de registrar imagen y sonido.
Porque sí, se puede hacer cine con un smartphone.
Os aseguro que vuestra cámara tiene una calidad y una resolución mucho mejor que la videocámara doméstica con la que yo empecé hace casi 20 años a hacer cortometrajes.
El objetivo de Aprendercine.com
Mi objetivo con esta escuela de cine online para autodidactas es democratizar la formación técnica y humanística necesaria para hacer cine.
Lo que os propongo es estudiar cine de una forma autodidacta.
Autodidacta con todas las letras. Es decir, sin un profesor que os corrija vuestros trabajos.
Porque no creo necesario que nadie os diga si algo está bien o está mal.
Ni Kubrick ni Almodóvar ni James Cameron tuvieron profesor.
Quien tiene que juzgar vuestro trabajo es el público, en el caso de que subáis vuestro corto o webserie en plataformas como Youtube o Vimeo.
O a Instagram o TikTok, donde también se pueden contar historias.
Si habéis hecho un buen trabajo, la gente lo compartirá.
Igual que hacéis vosotros cuando os gusta cualquier vídeo o contenido.
Estudiar cine es sobre todo hacer cine
Cuando os veáis preparados, presentad vuestros cortos o vuestros guiones a festivales de cortometrajes o concursos de guiones.
Esa es la mejor forma de saber si vuestro trabajo funciona o no.
Haced cine y presentadlo allá donde podáis.
Empezad por cosas pequeñas, haciendo cortos muy cortos. Participad en el Notodofilmfest, el Nespresso Talents o el Participa Méliès.
Rodad cortos en casa, como David Sandberg. Con lo que tengáis a mano.
Contad historias sencillas para practicar aspectos como el ritmo del cine.
Si vuestros trabajos son seleccionados en festivales presenciales, intentad acudir a la proyección si es posible.
Así comprobaréis si el público se ríe o no cuando hagáis un chiste.
Sabréis si se emocionan con esa escena dramática que tanto habéis trabajado al dirigir a los actores.
Comprobaréis in situ si dan un salto en la butaca con ese susto que queríais lograr en el espectador mediante el montaje cinematográfico.
Lo fundamental para ser cineasta o creador de contenido
No os preocupéis por las críticas negativas, porque son inevitables.
Stanley Kubrick fue nominado en el año 1980 a Peor Director en los Premios Golden Raspberry Awards, también conocidos como Razzies o anti-Oscars.
Fue por la película El Resplandor, considerada hoy en día una de las películas mejor dirigidas, y una fuente constante de inspiración para numerosos directores.
Kubrick era CREETIvidad en estado puro. La demostración perfecta de lo que significa estudiar cine de forma autodidacta.
Él hizo dos largometrajes autoproducidos antes de que nadie confiara en él.
Y en esas dos primeras películas se ocupó de muchas labores detrás de la cámara. Así aprendió. A base de ensayo y error. Equivocándose.
Creed en vuestros trabajos y aprended con cada uno de ellos.
De los errores se aprende
Lo que importa de verdad con cada obra audiovisual que llevéis a cabo es lo que aprendéis después de hacer ese trabajo.
Sois vosotros los únicos que sabéis si habéis sido capaces de resolver los problemas que hayan surgido en el rodaje.
Los únicos que aprenderéis en la práctica cómo dirigir actores, que es una de las facetas más difíciles de un director o directora, y requiere mucha práctica.
A lo mejor puede resultar interesante acudir a algún taller de interpretación, para entender mejor el trabajo de los actores.
O apuntarse a un grupo de teatro, como hizo Almodóvar.
También Tarantino, que es un director autodidacta, tiene una amplia formación como actor.
8 años estuvo estudiando, según tengo entendido.
Quizás por eso dialoga tan bien y sabe construir personajes tan maravillosos.
En definitiva, sois vosotros los que debéis extraer lecciones propias e individuales a través de vuestros errores.
Nadie puede recorrer el camino por vosotros.
No necesitáis mi opinión sobre vuestros proyectos
Mi opinión no importa, de verdad. Es irrelevante y no la necesitáis.
Yo soy simplemente otro aspirante a cineasta que se autoproduce sus trabajos y comparte sus conocimientos.
No suelo ver ni los cortos de mis amigos, salvo que me lo pidan expresamente. Y son personas con las que me une una amistad de muchos años.
Vosotros debéis encontrar a esas personas con las que hacer lo mismo. Si no tenéis a nadie cercano, podéis buscar en grupos de Facebook, Telegram o Discord.
Hay decenas y decenas de grupos. E incluso hay grupos de cada país, por si preferís que sea alguien con quien colaborar en persona.
Muchísima gente también está empezando y estará encantada de hacer ese intercambio de favores y de tiempo.
Pero recuerda registrar el guion antes de pasárselo a nadie. Especialmente si todavía no le conocéis, claro.
¿Es rentable estudiar cine de forma autodidacta?
Si eres constante y no dejas de hacer cortos o proyectos audiovisuales, lo más probable es que nunca te falte trabajo en el mundo audiovisual.
No porque tengas un título, sino por tus trabajos audiovisuales, que son los que demuestran lo que sabes hacer.
Tu trabajo habla por ti, no tus títulos.
Y esto vale para cualquier profesión creativa. La mayoría de mis colaboradores de otros departamentos no han estudiado en una escuela de cine.
Han investigado y han aprendido casi todo por su cuenta.
Pero sobre todo, hablo por experiencia propia.
Gracias a mis cortometrajes, nunca me ha faltado trabajo. Y jamás me han pedido un diploma, salvo para ser profesor.
Los cortometrajes que he rodado y las colaboraciones que he ido haciendo con mis amigos cineastas son los que me han ido abriendo las puertas.
Y este flujo continuo de trabajos, algunos remunerados y otros no, me han permitido crear una red de amigos y profesionales con los que ido trabajando prácticamente de forma ininterrumpida.
El cine no es sólo escribir o dirigir: es mucho más
Esto también es algo que la mayoría tendremos que asumir.
No todos los que estudian cine acaban siendo guionista y director.
Es muy difícil llegar a eso, y hay muchísimas personas con mucho talento intentándolo también. No es imposible, pero no es nada fácil.
Sin embargo, hay muchos más trabajos dentro de una película o de una serie, y en el sector audiovisual en general.
Y todas estas profesiones dentro del cine también son muy creativas.
Tanto en el equipo de dirección de una película, como en el de producción, en el de dirección de arte, o en postproducción o VFX.
E incluso en distribuidoras o equipos de comunicación.
Cómo trabajar en cine, televisión y publicidad
Yo he trabajado prácticamente de todo. Durante 15 años no he parado de hacer proyectos en cine, televisión y publicidad.
En muchos puestos y departamentos distintos, y durante todas las fases del proceso.
Ese ha sido el camino que he ido eligiendo yo. Podría haber tomado otro; no ha sido por falta de oportunidades.
Varios compañeros de clase de la carrera de Comunicación Audiovisual han logrado alcanzar trabajos importantísimos en el cine de primer nivel.
Una ha sido asistente de Terry Gilliam en la película El hombre que mató a Don Quijote.
Otra de mis compañeras ha organizado el transporte de miles de personas en muchas superproducciones de ficción.
Entre ellas, Star Wars: el despertar de la fuerza, que dirigió J.J. Abrams. Han solo, dirigida por Ron Howard.
O la última de James Bond, No time to die, dirigida por Cary Joji Fukunaga.
Otro compañero trabaja habitualmente en el equipo de dirección de arte que suele rodar con el director Alberto Rodríguez.
Y también ha participado en Juego de tronos en algunos de los capítulos más emblemáticos.
Y otro compañero ha dirigido varios largometrajes que ha escrito y autoproducido.
Ninguno de estos amigos ha ido a una escuela de cine, más allá de la carrera de Comunicación Audiovisual. Cada uno ha labrado su propio camino.
Han aprendido a base de trabajar, empezando en proyectos pequeños y acumulando experiencia a lo largo de 15 años.
Cómo consultar dudas en Aprendercine.com
Si tenéis dudas sobre el proceso de hacer cine, estaré encantado de responder esas dudas en los comentarios de cada vídeo.
O en los comentarios de estos artículos.
Porque para eso he creado todo esto: para aprender entre todos y que nadie se quede atrás por el hecho de no poder pagar una escuela de cine.
El propósito de este proyecto es compartir mi experiencia con todos vosotros.
Mi objetivo no es hacerlo de forma individual, sino con cientos de miles de personas.
Pero para seguir estudiando cine de forma autodidacta, como vosotros, yo también debo dedicar horas a mi propio aprendizaje.
A ver películas, a leer guiones de películas que ya se han rodado, a leer novelas y descubrir autores que tengo pendientes.
Y sobre todo, a seguir dedicando todas mis energías a seguir creando contenidos para todos y todas.
Y eso era todo lo que tenía que decir. Fin de la parrafada.
Conclusión final: aprende cine haciendo cine
Si has llegado hasta aquí, bravo, y gracias.
No se me ocurre mejor forma de acabar que esta cita de Terry Gilliam…
La escuela de cine es para los tontos. Vive y aprende cómo hacer películas. Yo no fui a la escuela de cine.
Mi mejor educación fue hacer películas, así que eso es todo lo que siempre diré: tienes que ver películas, tomar la cámara y hacer una película.
Y si lo haces suficientes veces, empezarás a aprender cómo se hacen las películas.
Terry Gilliam, director de cine y miembro de los Monty Python
Y para complementar esta reflexión de Gilliam, acabaremos con un fragmento de la película La vida de Brian (1979).
Toda esta parrafada que os he escrito hoy es porque cuando recibo mensajes privados pidiéndome opinión, me siento un poco como Brian en esta escena.
Lo único que os diría a cada uno de vosotros por privado si me diese tiempo a hacerlo, sería: ¡Mucho ánimo con tus proyectos, a practicar, y a perder el miedo!
CREETIVIDAD ante todo. El tiempo ya pondrá en su sitio a cada trabajo que hagas. Paciencia y constancia.
Y a disfrutar del proceso de estudiar cine.
Epílogo: una cita para futuros guionistas y directores
Ha pasado una semana desde que publiqué este artículo.
Acabo de terminar de releer Esculpir en el tiempo. Y Andrei Tarkovski recurre en él a una cita de sus autores favoritos para ahondar en la misma idea que este artículo.
Me ha llamado poderosamente la atención, así que quería compartirla con vosotros.
Pushkin expresó lo mismo que yo, pero con más precisión y con más brevedad. Ay, madre, lo que me queda por aprender…
Aquí os dejo la cita.
Tú eres el zar. Ve por tu camino libre, a donde te lleve tu espíritu libre.
Realiza los frutos de tus queridos pensamientos. Y no exijas recompensa alguna por tu noble actuar.
Está dentro de ti la recompensa, sólo ahí.
Tú mismo eres tu tribunal supremo: con más exigencias que todos los demás, eres tú capaz de juzgar tu propia obra.
¿Estás tú satisfecho de ella, artista exigente?
Aleksandr Pushkin (1799-1837), poeta, dramaturgo y novelista ruso
10 recursos para estudiar cine
Aquí van los enlaces de los que hablo en el vídeo, y que os prometía al principio del artículo.
1- Estudiar Historia del cine viendo cine
Mi perfil en Letterbox, con el diario de las películas que voy viendo.
2- Leer libros de teoría del cine
Aquí podéis leer «Esculpir en el tiempo», de Andrei Tarkovsky.
Si lo prefieres comprar y tenerlo de forma física, está en mi lista de libros sobre dirección de cine.
3- Leer guiones de cine
En este artículo de Aprendercine.com encontrarás decenas de guiones en español, tanto de ficción como de documental.
4- Leer novelas y obras de teatro clásicas
Libros de dominio público (Julio Verne, Jane Austen, Mark Twain…)
5- Escribir ideas y guiones
Vídeo sobre cómo tener ideas originales
Vídeo sobre el formato de guion literario
6- Rodar cortos sin salir de casa
Aquí podéis descubrir cómo es posible hacer cine en casa.
Y aquí tenéis la lista de reproducción con cortos de David F. Sandberg rodados sin salir de casa.
Por cierto, Sandberg ha aprovechado la cuarentena en marzo de 2020.
Acaba de rodar un cortometraje titulado Shadowed. Y ha compartido un making of de 18 minutos en su canal explicando cómo lo ha hecho.
7- Aprender con cursos online de cine
En un artículo ya hablé de cursos de cine gratuitos. Si queréis consultar más cursos online de cine, os dejo el enlace a la sección, donde tenéis decenas de cursos específicos, y muy baratos.
8- Aprender inglés
Yo personalmente uso Duolingo para practicar inglés a diario de forma gratuita. Es una aplicación que puedes usar tanto en el teléfono móvil como en versión web, en el ordenador.
Pero si tienes la oportunidad, lo mejor es viajar y vivir en un lugar donde tengas que practicarlo de verdad a diario. Esa es la mejor forma de aprender. Y el inglés te abrirá muchas puertas.
9- Inspirarse en la pintura y otras artes
Aquí podéis ver un vídeo en el que ver de una forma plausible algunas influencias de la pintura en el cine.
Web del Museo del Prado y de su perfil de Instagram:
Canal de Youtube del Museo del Prado
Perfil de instagram del Louvre de París.
10 – Ver ensayos y masterclass sobre cine
Lista de reproducción del CURSO DE GUION. Además de los vídeos sobre guion que he hecho yo, en esta lista tienes cientos de charlas y vídeos interesantes sobre escritura de guiones de cine y series.
Y aquí la de DIRECCIÓN DE CINE. También tiene muchas charlas y masterclass de cine.
Y hasta aquí las 10 cosas que puede hacer un cineasta sin salir de casa. Que como podéis ver, son bastantes.
Sígueme para seguir aprendiendo
¡Gracias por leerme hasta el final!
Si quieres seguir aprendiendo cine gratis, también puedes seguirnos en Facebook, Twitter o Instagram, donde comparto cada día frases motivadoras de películas y cineastas.
![Estudiar cine de forma autodidacta [10 rutinas y recursos gratuitos]](https://aprendercine.com/wp-content/uploads/2020/04/estudiar-cine-autodidacta-aprendercine.jpg)
