
Las ideas para empezar a escribir un guion provienen de muchas fuentes. De una fotografía, de una situación que hemos vivido, de una canción, de una anécdota, de una asociación de ideas…
Cualquier chispa puede encender la mecha necesaria y generar ideas para comenzar a escribir un guion de cine.
Escribir un guion de cine es contar una historia
Parece algo obvio, pero muchas veces nos dejamos llevar por lo que nos viene a la cabeza en forma de imágenes, y lo olvidamos.
Cuando queremos contar una historia, ya sea un chiste, un relato literario, o un relato audiovisual como es el caso de un guion, desarrollamos esa idea en tres actos: PLANTEAMIENTO, NUDO Y DESENLACE.
Si os fijáis, siempre que contamos una anécdota que nos haya pasado, aunque sea de forma inconsciente, acaba con un desenlace.
Da igual que sea un cortometraje, o una película de tres horas. Ese planteamiento, nudo y desenlace está de forma natural en cada historia.
Y si no lo está, tendremos una extraña sensación de insatisfacción: sentimos que nos falta algo.
Es algo que cuento en el artículo sobre el misterio de contar historias universales.
La estructura en tres actos genera ideas para empezar a escribir
A esta estructura de plantamiento, nudo y desenlace también se le llama estructura de tres actos.
Cuando empezamos de cero a escribir un guion de cine y desarrollar una idea, suele ayudar saber cómo va a empezar y cómo va a terminar la historia.
Luego desarrollaremos lo más difícil, que es el segundo acto donde se desarrolla el conflicto.
En este segundo acto, las dificultades del protagonista para conseguir su objetivo irán in crescendo.
Además, al final del primer acto y del segundo acto encontraremos lo que se llaman nudos o puntos de giro.
Esto quiere decir que se produce un gran acontecimiento que nos empuja hacia el siguiente acto.
Puntos de giro
En el caso del primer punto de giro o primer nudo, se suele considerar cuando el protagonista tiene claro cuál es el objetivo que tiene que perseguir.
En el caso del segundo punto de giro, suele haber un momento en el que el protagonista cree que no lo conseguirá, pero finalmente vuelve a perseguir este objetivo.
Es bastante más fácil analizar esta estructura cuando se trata de guiones de largometraje que de historias cortas.
Sobre todo porque a veces un cortometraje puede que sólo conste de un acto.
En cualquier caso, pensemos que para que haya historia, tiene que haber un objetivo por parte del protagonista.
Y lo importante es que escribamos y no nos bloqueemos tanto pensando en los actos.
Ningún guionista escribe igual que otro.
Hay quien da mucha importancia a la estructura de los actos antes de escribir. Hay quien, por el contrario, se lanza a escribir y escribir todo lo que imagina, y luego analiza la estructura para hacer cambios.
Ideas para empezar a escribir un guion
Puede que ya tengas una idea de sobre qué quieres escribir, y por eso has llegado a este artículo.
Tanto si es así, como si no, quiero compartir contigo un ejercicio muy simple para desatascarse en los bloqueos.
Tan solo tienes que coger un folio en blanco y partirlo en pequeños trozos de papel, como te explico en el vídeo.
O si lo prefieres, coge una libreta pequeña o fichas de las que venden en la papelería.
Ahora, escribe lo siguiente, poniéndole un título y una descripción breve de 2 o 3 líneas como máximo:
10 decorados
Por ejemplo, exteriores como un parque infantil, la playa, un descampado, una piscina…
También podrían ser una habitación juvenil, el despacho de un médico, una cocina, un cuarto de baño, un ascensor…
10 personajes masculinos
Especificaremos su edad, y escribiremos una breve descripción física y psicológica.
Por ejemplo, un adolescente gótico, un médico solterón de mediana edad, un cuidador de perros manco…
10 personajes femeninos
Lo mismo que con los personajes masculinos.
Por ejemplo: na niña empollona con gafas, una youtuber enganchada a los selfies, una jugadora de futbol profesional, una abogada defensora de los más desfavorecidos…
Una vez que tengas todas esas fichas, mézclalas al azar.
Saldrán combinaciones muy locas, y otras no. Intenta quedarte con las disparatadas.
Y hazte la pregunta de oro para impulsar cualquier historia: ¿qué pasaría si…?
Desarrolla ideas para empezar a escribir un guion que se pueda rodar
Si quieres hacer esta historia realidad y no es solo un ejercicio para aprender a escribir un guion de cine, piensa en lo que tienes alrededor.
Sigue ese consejo que daba Robert Rodríguez en este artículo sobre cómo dirigir cine.
Una de las cosas que me gusta de este ejercicio es que salen combinaciones que a priori nos pueden parecer absurdas. Pero no lo son.
Uno de los tipos de historia que mejor funciona es la que se conoce como «pez fuera del agua». Por ejemplo, una rata que quiere ser un chef de prestigio (Ratatouille).
Libros sobre el proceso creativo y la generación de ideas
- King, Stephen (Autor)
- Gotham Writer's Workshop (Autor)
- López Teijeiro, Iria (Autor)
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